Monday, March 13, 2006

COLOR DE ROSA

Si pintaras mi país color de rosa

serías un gran pintor para ellos.

Si tus pinceles pasaran sobre mi país

con el color de los sueños

de los sueños color de rosa

si tus pinceles pasaran sobre mi país,

tranquilamente, como la brisa de la playa

de la arena color de rosa,

y pintaras los árboles y el cielo

color de rosa

y la tierra robada

color de rosa

y mi casa y mi corazón

color de rosa

serías un gran pintor para ellos.

Pero no pintes con un solo color de rosa

las llagas de mi pueblo.

Que tus pinceles pasen sobre mi país

ásperamente, como los vientos de la sierra,

de la sierra color furia

y que pinten los árboles y el cielo

color de rabia,

y la tierra robada

color de llanto

y mi casa y mi corazón

color de fuego,

color de combate,

color de esperanza.


Alejandro Romualdo

Oro líquido con espuma

Giragiragiragira la cabeza. San Martín está que se cae, que se cae del caballo: ¡Ya era tiempo! Sentado en veranoinvierno, primaveraotoño. Siempre, siempre mirando: mirando al mar. Su gran cabeza de bronce no conoce el Parque Universitario: ¡mejor! Sólo siente la niebla y el olor podrido del mar. Pero el mar limpio está en mi vaso: oro líquido con espuma, acostumbra decir Leonardo. Y el olor arrecho del mar en mis manos. Olor a Cigarro Inca, fuerte. Olor de ruda con incienso. Olor de puta morena. Olor azulino en lengüitas amarillas como llama de cirio prendido. Olor de procesión. Y los morenos de la Santa Hermandad estarán sacando de Nazarenas al Señor. Y las velas encendidas estarán quemando pelos y rabos de beatas putas. Y los giles, serios, haciéndose los rezadores, se juntarán a las hermanas. Y con el pretexto del Señor, muy de mañana, comenzará el cochineo general.

OSWALDO REYNOSO, En Octubre no hay milagros

Tuesday, March 07, 2006

EL PING PONG DE LA CONVERGENCIA


–¿Qué quieres hacer con ella?
– Fundamentalmente, quiero abrazarla y amarla.
–¿Y qué crees que quiere ella?
–Es que, cómo te lo explico... Hay dos Noelias: una es la que la semana pasada me besó y me dijo "yo también te quiero mucho", y la otra es la que me apartó y la que no ya me quiere ver.
–Es obvio que tú buscas a la primera...
–Exacto.
–¿La encontrarás?
–No lo sé
–Y ¿en qué momento ella se partió en dos?
–Ya te lo conté: todo el problema empezó la última noche que pasamos juntos en Santa Marta.
–Ah, cuando le hiciste tomar la pastilla del día siguiente, ¿verdad?
–¡No le hice tomar! Ambos decidimos usarla.
–Pero si no hubieran decidido usarla, como dices, las cosas no estarían como están ahora, ¿o sí?
–Es que a partir de esa imprudencia ella se puso a pensar en nosotros y empezó a presentir que nuestra relación ya no tenía un futuro.
–Y tú, sinceramente, ¿le ves futuro?
–No he pensado en eso...
–Habría que hacerlo de una vez...
–Bueno, la verdad, yo tampoco le veo futuro.
–Entonces ¿adónde quieres llegar?
–El problema es que es como si le hubiera dado mi virginidad. ¿Te acuerdas de mis demonios?
–Claro, no podías hacerlo sin preservativo. Te era imposible.
–Bueno, pues mi virginidad era hacerlo sin condón.
–Y si dices que a ella le diste tu virginidad... difícil que la olvides: ¡te va a costar mucho!
–Claro, estoy jodido. Creo que tengo que ir al psiquiatra... El problema es que ella me lo exigió: ¡me exigió hacerlo sin protección! Luego vino lo de la dichosa pastilla...
–¿Estás seguro de que ella fue la que te obligó?
–Bueno, no. En realidad, me lo pidió. Y actuaba con rencor cuando yo, por mis temores de mierda, no accedía.
–Qué problema... Y después de todas estas experiencias ¿crees que vale la pena enamorarse?
–Enamorarse... Enamorarse... Ahora creo que es un asunto de tener buena suerte.
–¿Suerte?
– Sí. ¿Y por qué la pregunta?
–Porque tengo curiosidad... yo nunca he tenido flaca, nunca me he enamorado...
–Bueno, si tienes suerte te enamoras y todo puede salir bien... pero si no hay suerte puedes terminar como yo: jodido... rejodido.
–Entonces voy a tomar nota.
–Hazlo, pero antes dime qué tal es el estar siempre solo, sin pareja.
–Es jodido... rejodido.

O.M.G.
04-02-2006

Saturday, March 04, 2006

El hombre y sus circunstancias

"A través de la historia el hombre ha fomentado y creado circunstancias sobre las que no tiene control. Y lo único que podrá hacer es dar forma a las velas con las que capeará el temporal que él mismo ha provocado. Y recuerden: la única cosa que no cambia es la risa. El hombre siembra, y recoge siempre tragedia; pone en la tierra semillas que valora en mucho, que son él mismo, ¿y cuál es su cosecha? Algo acerca de lo cual no ha podido aprender nada, algo que lo supera. El hombre sabio es aquel que sabe retirarse del mundo, cualquiera que sea su vocación, y reír. Si tienes dinero, gástalo: ya no tienes dinero. Sólo la risa se renueva a sí misma como la copa de vino de la fábula."
William Faulkner, El sacerdote

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