Periódicos sin firmas
(...) El problema es que un periódico hoy en día se encuentra en la situación de tener que hablar de hechos de los que ya ha hablado ampliamente el telediario la noche antes (por no hablar de los que se leen las noticias frescas en Internet). Y, por lo tanto, no puede comportarse como un periódico que (opiniones aparte) da noticia de los hechos, porque si no, el lector dejaría de leer los periódicos. Véase, por ejemplo, el "Corriere della Sera" que, en la página final, pone una especie de sumario de los hechos relevantes del día anterior. Excelente para los que tienen poco tiempo o no han visto los telediarios (pero si el acontecimiento es notable ya le habrá llegado un mensaje de texto de un amigo). Ahora bien, si esa fuera la función de un periódico, el "Corriere della Sera" podría distribuirse gratis en las estaciones con formato de tarjeta de visita, lo cual no llenaría de dicha a sus propietarios (supongo).
A estas alturas, un periódico sirve para empaquetar los hechos con opiniones. Es lo que ahora les pedimos, y puesto que se trata de opiniones sobre los hechos, queremos saber quién expresa esa opinión, si es un autor de quien nos fiamos o un escritorzuelo que habitualmente menospreciamos. Por eso, un periódico que hace huelga suprimiendo las firmas se vuelve mudo, lo cual significa que la protesta sindical tiene su relevancia.
A estas alturas, un periódico sirve para empaquetar los hechos con opiniones. Es lo que ahora les pedimos, y puesto que se trata de opiniones sobre los hechos, queremos saber quién expresa esa opinión, si es un autor de quien nos fiamos o un escritorzuelo que habitualmente menospreciamos. Por eso, un periódico que hace huelga suprimiendo las firmas se vuelve mudo, lo cual significa que la protesta sindical tiene su relevancia.
UMBERTO ECO
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