Nunca de los nuncas llamaría a alguna servidora del cuerpo
(...)Nunca, eso sí que jamás. Nunca de los nuncas llamaría a alguna servidora del cuerpo. A veces un impulso primitivo lo invita a hacer la prueba... pero su mojigatería es más grande que sus apetitos sexuales.
Termina un aviso y sin descansar pasa al siguiente. Se da un respiro para acomodarse los lentes. Cuando está por finalizar esa recargada sección, descubre –perdido entre variopintas ofertas de masajistas complacientes, morochas A1, charapitas ardientes y costeñitas confortables– un aviso que, en realidad, no solo no encaja en ese voluptuoso rubro, sino que no podría pertenecer a ninguno de los que hay en el diario. Lo lee y lo relee sumido en una mezcla de estupefacción e incredulidad:
Termina un aviso y sin descansar pasa al siguiente. Se da un respiro para acomodarse los lentes. Cuando está por finalizar esa recargada sección, descubre –perdido entre variopintas ofertas de masajistas complacientes, morochas A1, charapitas ardientes y costeñitas confortables– un aviso que, en realidad, no solo no encaja en ese voluptuoso rubro, sino que no podría pertenecer a ninguno de los que hay en el diario. Lo lee y lo relee sumido en una mezcla de estupefacción e incredulidad:
URGENTE: Busco un retazo de felicidad.
Quien esté en condiciones de ayudarme
llamar urgente al 223069.
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