Regionalización: la misma mierd...
Arequipeños odiando a puneños, peruanos y chilenos maldiciéndose, indios y criollos aborreciéndose, negros y blancos detestándose... ¡la puta que nos parió a todos! C. BELLATÍN Regionalización. En verdad, no importa. No importa votar por el “Sí” o por el “No” porque ambos confluyen en el lugar común: la misma mierda. El dilema no funciona. El dilema no es dilema. El dilema es un disfraz para seguir en lo mismo (pero creyendo que hemos cambiado en algo mientras una cuadrilla de burócratas arribistas infla sus cuentas bancarias). Al final todo seguirá siendo igual: la misma mierda. ¿Escepticismo? ¿Conformismo? Lo que sea. Ojalá me equivoque (quiero equivocarme). Yo votaré por el “Sí” porque siempre queda una ligera (y muy chata) esperanza de que podemos cambiar (¡claro que podemos!). Podemos pero NO QUEREMOS. No queremos porque de arranque estamos cagados: nos odiamos, nos detestamos, nos escupimos entre nosotros. En vez de tender puentes sembramos minas. Si tú odias a tu viejo y tu viejo a ti, tu vieja los repudia a los dos, y tu hermana desea que se mueran toditos ustedes juntos... ¿creen que van llegar a un buen lado?, ¿será posible una convivencia, digamos, aceptable? ¿Cómo solucionamos el problema? Lo más estúpido sería decir que cada uno se encierre en su cuarto y no hable con nadie... que cada uno haga las cosas por su lado... No jodamos pues. Que los peruanos nos odiamos entre nosotros mismos es una verdad más grande que una casa. Hagamos algo para que esta casa –nuestra casa– se una de una vez por todas. Hagamos algo para que lo que digo hoy, algún día sea recordado como un error del pasado, como un triste y amargo recuerdo que nos permita –con Puno, Tacna y Arequipa unidos– corroborar que la unión hace la fuerza (y que todos somos hermanos). No es fácil pero hay que intentarlo... hay que abrir la mente y, al final, el corazón. |
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