Oro líquido con espuma
Giragiragiragira la cabeza. San Martín está que se cae, que se cae del caballo: ¡Ya era tiempo! Sentado en veranoinvierno, primaveraotoño. Siempre, siempre mirando: mirando al mar. Su gran cabeza de bronce no conoce el Parque Universitario: ¡mejor! Sólo siente la niebla y el olor podrido del mar. Pero el mar limpio está en mi vaso: oro líquido con espuma, acostumbra decir Leonardo. Y el olor arrecho del mar en mis manos. Olor a Cigarro Inca, fuerte. Olor de ruda con incienso. Olor de puta morena. Olor azulino en lengüitas amarillas como llama de cirio prendido. Olor de procesión. Y los morenos de la Santa Hermandad estarán sacando de Nazarenas al Señor. Y las velas encendidas estarán quemando pelos y rabos de beatas putas. Y los giles, serios, haciéndose los rezadores, se juntarán a las hermanas. Y con el pretexto del Señor, muy de mañana, comenzará el cochineo general.
OSWALDO REYNOSO, En Octubre no hay milagros
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