"Creo que mi mujer se está acostando con mi hermano, piensa Ignacio. Ignacio es banquero y acaba de cumplir treinta y cinco años. Se casó hace nueve con Zoe, no tienen hijos y viven en una casa muy bonita en los suburbios. Dispone de suficiente dinero para pagar sus caprichos y los de ella. Trabaja duro: sale de casa muy temprano, cuando Zoe duerme, y suele regresar de noche. En realidad, le gusta estar en el banco y multiplicar su dinero. Es bueno para las cosas del dinero, siempre lo fue: supone que heredó ese talento de su padre, que fundó un banco, trabajó en él toda su vida y murió de cáncer, dejándoles ese próspero negocio a él y su hermano menor, Gonzalo, que tiene treinta años, la edad de Zoe. A Gonzalo no le interesa trabajar en el banco, porque es pintor, como su madre, que también pinta pero, a diferencia de él, nunca vendió un cuadro. Ella no visita el banco más de dos veces al año, pues confía en su hijo mayor y sabe que él hace su mejor esfuerzo para estar a la altura de la memoria de su padre". _____
Éste es el primer párrafo de la novela LA MUJER DE MI HERMANO, penúltimo libro publicado por Jaime Bayly (Lima, 1965). Se dice que esta obra es, junto a LOS ULTIMOS DIAS DE LA PRENSA, una de las mejores producciones del escritor limeño. Pocos, muy pocos, han leído esta novela; pero, sin duda, serán muchos los que irán a ver la película. Actúan, entre otros, Christian Meier (que ya lo hizo en NO SE LO DIGAS A NADIE), Bárbara Mori y, debutando en la actuación, Beto Cuevas (que oficia de cura). Esta película, ¿será mejor que NO SE LO DIGAS A NADIE? Después, de haber leído la novela yo pienso que sí. Ojalá no me equivoque (como lo hago casi siempre). |
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